Es una ermita que se
construyó fuera de la villa pero que hoy ha quedado incluida dentro. Sabemos
que existía en el año 1474, pues Juan Mancebo en su testamento lega una lámpara
para la ermita de San Sebastián. Es de una sola nave y no hay más altar que el
de San Sebastián. Contigua a ella estaba el antiguo cementerio, que se construyó
en 1803.
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